Exito instantáneo para los estudiantes de sistemas en la Argentina

Exito instantáneo para los estudiantes de sistemas en la Argentina

de Dufour Alexandra -
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La demanda es tal, que la mayoría de los alumnos reciben propuestas de empleo desde el inicio de la carrera universitaria. Los sueldos son más altos que los de casi todas las profesiones tradicionales, y las compañías ofrecen beneficios especiales para retener a sus programadores. Sin embargo son pocos los jóvenes que optan por estas carreras y la Argentina no puede suplir su cuota de profesionales. Se calcula que el país requiere unos 7000 especialistas por año, sólo en el sector del software.

Con 24 años y un sueldo de 6200 pesos netos mensuales, Sabina Casey decidió radicarse en Buenos Aires ante la propuesta de la empresa argentina Action Point, donde trabaja para Banco Patagonia realizando análisis y desarrollo de software. Esta joven terminó de cursar la carrera de Ingeniería en Sistemas en la Universidad Tecnológica Nacional de Rosario, pero aún debe rendir 9 finales para graduarse. Sin embargo, ya tiene un buen empleo y un buen salario.

Sabina, al igual que todos aquellos que deciden inclinarse por las carreras vinculadas con la tecnología informática, no sólo desconoce en qué consiste buscar intensamente empleo y enviar cientos de currículum vitae sin obtener respuesta, sino que su dilema radica en definir cuál de todas las propuestas laborales que recibe con frecuencia es la que más le conviene.

Según el Observatorio de la Cámara de Empresas de Software y Servicios Informáticos (Cessi), la Argentina necesita un mínimo de 7000 nuevos profesionales por año, sólo en el sector de software. Esta situación se da porque las empresas se informatizan cada día más y el área de software y servicios informáticos crece a tasas cercanas al 20% anual, según datos de la cámara.

Al respecto, entre los perfiles más solicitados se encuentran los de desarrollador Web, analista de sistemas/funcional y desarrollador cliente-servidor.

LOS MOTIVOS DEL DÉFICIT

La falta de interés de los estudiantes por las carreras informáticas, la deserción temprana por la dificultad de las materias que hay que aprobar para alcanzar el diploma universitario, el abandono por la rápida inserción laboral y estrategias de reclutamiento empresariales son algunos de los principales motivos por los que hay escasez de profesionales informáticos. Ricardo Orosco, vicerrector académico y decano de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Argentina de la Empresa (UADE), donde se dictan las carreras de Ingeniería en Informática y Tecnicatura Universitaria en el Desarrollo de Software, explica que, según datos nacionales, la deserción en estas carreras ronda el 40% durante el primer año: "Muchos se inscriben sin tener en cuenta que se requieren conocimientos de electrónica y lógica", explica.

Otro fenómeno es el alargamiento de la carrera. En este sentido, son muchos los estudiantes que tardan 8 o 9 años en graduarse, o directamente abandonan los estudios al ver que el título les resulta inalcanzable. "Como para ejercer la profesión no se requiere matrícula, los estudiantes empiezan a trabajar y a ganar dinero, por ende le dedican menos tiempo a la Facultad, entonces comienzan a atrasarse hasta que, llegado el momento, abandonan", explica Orosco, y admite que en el nivel nacional, menos del 10% alcanza el diploma en este tipo de carreras.

Agustín Huerta es ingeniero en informática y tardó 6 años en cursar sus estudios en la UADE mientras trabajaba, al tiempo que cumplía con su rol de esposo y padre de la pequeña Sasha. Hoy, con 27 años, es Tech Master de Globant, una empresa argentina dedicada al outsourcing de tecnologías de la información.

"Empecé a trabajar mientras cursaba el segundo año de la carrera. Encontré trabajo fácilmente por Internet como programador junior -recuerda-. Actualmente, en mi posición, dirijo equipos de entre 4 y 6 personas, y estoy a cargo de varios proyectos en simultáneo. Además defino las arquitecturas de las aplicaciones, tengo comunicación fluida con los clientes y participo de decisiones técnicas generales, entre otras actividades."

Satisfecho con su presente profesional, dice que la empresa donde trabaja le brinda beneficios como una computadora para que utilice por su cuenta, teléfono móvil con abono incluido y reembolso de algunos servicios, por ejemplo, Internet en su domicilio.

DERRUMBANDO MITOS

Si se compara la cantidad de inscriptos a las carreras tradicionales como Medicina, Arquitectura o Derecho, son muy pocos quienes optan por las tecnológicas: "Muchos creen que las personas que se dedican a esto son nerds que están todo el día encerrados frente a una PC", dice Orosco, y desmiente categóricamente que la práctica laboral consista en esto. Por eso recomienda a todos aquellos jóvenes que están decidiendo qué carrera seguir, que consulten a personas de estas profesiones para que les cuenten cómo es realmente la actividad laboral.

Otro de los mitos más frecuentes tiene que ver con la dificultad de aprobar materias vinculadas con las matemáticas. Sin embargo, María Luz Blanco, licenciada en Sistemas de Información de la Universidad Nacional de Luján, dice que le resultaron fáciles de aprobar estas materias porque "tuvo una buena base en el colegio secundario".

Hoy vive en Córdoba Capital y trabaja de forma remota como consultora para la oficina de Buenos Aires de GlobalLogic, una firma desarrolladora de soluciones de ingeniería de software para el sector corporativo que tiene presencia en distintos países del mundo.

"Decidí estudiar esta carrera porque en el colegio me gustaba mucho la materia de informática. Además, mi cuñado, que se dedica a esto, siempre me contaba acerca de su trabajo y a mí me resultaba interesante", recuerda María, que tardó 7 años en obtener su título. Esta profesional, que mientras era estudiante trabajaba, considera que insertarse laboralmente fue muy sencillo: "Me llamaron de la primera empresa en la cual presenté mi solicitud, que es la misma firma donde trabajo ahora, pero que antes se llamaba Cubika", dice, y reconoce que con frecuencia la llaman de organizaciones para sumarla a su staff.

"Hace 7 años que trabajo en esta compañía y tuve miles de oportunidades para cambiar de trabajo, no lo hice porque acá estoy cómoda. En especial valoro el equipo humano, la posibilidad que tengo de trabajar desde mi casa y estar con mi bebe. Además me han permitido crecer mucho profesionalmente. De hecho ingresé como trainee y realicé distintas roles como desarrolladora Java, desarrollo de portales Web, integración de aplicaciones y software orientado a servicios (SOA), entre otros", explica, y agrega que todos los ex compañeros de la Facultad con los que aún mantiene contacto trabajan en actividades vinculadas a su profesión.

Al respecto, muchos de los entrevistados mencionaron que mientras sus compañeros de facultad están todos con trabajo, varios de sus amigos de la vida, incluso los egresados de otras carreras, están desempleados o se encuentran insatisfechos con su presente profesional.

EL DÍA A DÍA

El ingeniero en sistemas de la información Juan Carlos Sánchez tiene 29 años y trabaja como líder de proyecto, coordinando a un grupo de 12 personas en Grupo Assa, una compañía latinoamericana que provee soluciones tecnológicas.

Egresado de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) tras 6 años de estudio, reconoce que eligió esa profesión por influencia de su hermano, que es 10 años más grande que él y que estudió lo mismo. "Lo que más me atrajo de esta carrera es que permite a las personas pensar de otra manera, resolver problemas y ver cómo un cambio en determinado contexto impacta en el resto de las cosas", explica.

Al igual que sus colegas y compañeros universitarios, conseguir empleo le resultó muy sencillo: "Empecé a trabajar mientras cursaba el tercer año de la Facultad, y desde entonces he tenido muchísimas propuestas laborales. Sistemas es una carrera bastante amplia que permite a los profesionales elegir el perfil más apropiado. Durante mis primeros años buscaba posiciones más técnicas, como arquitecto de software, pero luego me gustó más coordinar equipos, por eso estoy en la posición actual", dice.

Con respecto a la carga horaria, destaca: "Trato de trabajar lo justo y necesario, es decir, 8 horas diarias. Además es fundamental que el ambiente laboral sea relajado y tranquilo", dice, y ejemplifica que entre sus tareas asiste a reuniones con clientes para determinar nuevos procesos y mejoras de los ya existentes. Sánchez, que vive con su familia, tiene novia y pasó sus últimas vacaciones en Nueva York, Estados Unidos, dice que lo que más le gusta de su actividad es enfrentar los desafíos que surgen a diario: "Al trabajar con empresas internacionales que están en constante cambio, me veo obligado a capacitarme permanentemente y forzar al límite mis conocimientos sobre las tecnologías disponibles en el mercado".

Dado que conseguir este tipo de profesionales es difícil, las firmas del sector se esfuerzan por conquistarlos y retenerlos. Por eso en esta industria es habitual que los empleados gocen de beneficios impensados en otros rubros, como días libres más allá de las vacaciones anuales, la posibilidad de vestir casual, disponer de lugares comunes con juegos y actividades para el esparcimiento, clases de yoga y sesiones semanales de masajes, por nombrar sólo algunos.

Gabriela González Vildosola, directora regional de Human Capital de Grupo Assa, explica que dentro del programa de beneficios que ofrece la empresa, uno de los más apreciados es el ASSA Club!, mediante el que todos los empleados acceden a descuentos en comercios acordados. "Acreditamos de forma mensual una cantidad de puntos de consumo que la persona puede canjear en supermercados, indumentaria, restaurantes, gimnasios, institutos de educación, entre otros. En cuanto a flexibilidad laboral se otorga la tarde libre de cumpleaños, y a su vez se hace un festejo cada mes para agasajar a los cumpleañeros. Todos los empleados cuentan también con dos días libres al año que pueden utilizar en el momento que quieran, incluso sumarlos a las vacaciones", explica.

Guillermo Daud, HR director de GlobalLogic, comenta que ellos cuentan con un plan de desarrollo de profesional que incluye capacitaciones en áreas técnicas, habilidades personales, coaching, procesos e idiomas, planes de carrera y la posibilidad de viajar a otros países participando de proyectos laborales. "Además trabajamos con horarios flexibles, contamos con una política de home office, implementamos diferentes acciones de premios y reconocimientos, impulsamos iniciativas de relax e integración en la oficina. Desayunos, frutas y snacks son algunas de las cosas que los colaboradores pueden disfrutar en los espacios de trabajo. Acompañamos, además, los hitos importantes de la vida de nuestros profesionales con presentes y licencias como prácticas de paternidad y matrimonio extendidas, y licencia por cumpleaños, entre otros".

DE AQUÍ AL 2020

José María Louzao, presidente de la Cessi, explica: "Hay ciertas carreras, entre ellas las tecnológicas, que son consideradas prioritarias para el desarrollo del país y para las que seguimos intentando sumar inscriptos año tras año. El sector de la tecnología aún registra una demanda sostenida de recursos humanos. La búsqueda de profesionales de tecnologías de la información se incrementó entre un 40 y un 50% en el período 2009-2011, por eso entre estos profesionales existe pleno empleo".

El futuro laboral de estos profesionales parece estar garantizado: "Nosotros tenemos una bolsa de trabajo con más de 2000 empresas para todas las facultades, y a diario tenemos demandas de profesionales de las carreras tecnológicas. Todos los estudiantes que desean trabajar tienen su empleo, y los salarios para alguien que recién comienza arrancan en los 5000 pesos netos mensuales", dice Orosco.

A quienes recién comienzan los estudios universitarios, Agustín Huerta les aconseja: "Intenten empezar a trabajar una vez cursado el segundo año, ya que ahí se sientan muchas de las bases que luego sirven en el mundo profesional". En tanto, a aquellos que llevan tiempo estudiando les recomienda: "Insertarse en el ámbito laboral, ya que con la práctica se aprende muchísimo".

Según datos del sector, los salarios de estos profesionales van de 5000 a 6000 pesos brutos mensuales para posiciones juniors y trainees; de 6000 a 8000, para semi-senior, y de 8000 a 15.000 para posiciones de seniors a líderes de distintas especialidades, sin tener en cuenta los cargos gerenciales. En este contexto, desde la Cessi esperan un crecimiento sostenido de este sector en el país y de los profesionales. "Esperamos duplicar los recursos humanos empleados de aquí a 2020", concluye Louzao.

DIXIT

"A los que comienzan sus estudios les aconsejo empezar a trabajar una vez cursado el segundo año, ya que ahí se sientan muchas de las bases que luego sirven en el mundo laboral"
Agustín Huerta, Tech Master de Globant

"Trato de trabajar lo justo y necesario, es decir, 8 horas diarias. Además es fundamental que el ambiente laboral sea relajado y tranquilo"
Juan Carlos Sánchez, líder de proyecto de Grupo Assa

"Dado que me instalé en la ciudad de Buenos Aires por cuestiones de trabajo, además del sueldo, la empresa me paga el alquiler, los servicios y los viáticos"
Sabina Casey, de Action Point

"Como no se requiere matrícula, algunos estudiantes empiezan a trabajar y le dedican menos tiempo al estudio, comienzan a atrasarse y, llegado un momento, abandonan"
Ricardo Orosco, vicerrector académico y decano de la Facultad de Ingeniería de la UADE

"Conseguir trabajo fue muy sencillo. De hecho, me llamaron de la primera empresa en la que presenté mi solicitud"
María Luz Blanco, de GlobalLogic

"La búsqueda de profesionales de tecnología se incrementó entre un 40 y un 50% en el período 2009-2011, por eso entre estos trabajadores existe pleno empleo"
José María Louzao, presidente de la Cessi .

Fuente: http://www.lanacion.com.ar/1489844-exito-instantaneo-para-los-estudiantes-de-sistemas-en-la-argentina