Editorial del Decano Ing. Soria por el 66° Aniversario de la UTN

Editorial del Decano Ing. Soria por el 66° Aniversario de la UTN

de Dufour Alexandra -
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Hoy se cumplen 66 años del comienzo de la Universidad Tecnológica Nacional. Nuestros inicios como casa de altos estudios tienen particularidades que valen la pena ser rescatadas en esta oportunidad, porque su institucionalización y legitimación como universidad ha sido un camino sinuoso que nos ha ayudado a forjar una institución con una identidad propia como la que tenemos actualmente.


Como todos sabemos, el 19 de agosto de 1948 se sanciona la Ley 13.229/48 en la que se erigen los principales objetivos de una Universidad Obrera Nacional (U.O.N.), que venía a mejorar la capacitación técnica de los obreros de fábrica, para una mayor optimización. Estas finalidades aspiraban a ser el complemento de un proceso en el que Argentina se iniciaba en el camino hacia una industrialización a mayor escala.


La denominación "Universidad Obrera Nacional" trajo consigo variados debates en el ámbito político, social y educativo en el que se cuestionaba su denominación como "universidad" porque se consideraba que la formación estrictamente técnica de los estudiantes dejaba de lado la formación integral, cultural del conocimiento, es decir, que abandonaba la idea de una concepción del hombre y el conocimiento en todas sus perspectivas, idea fundamental desde la creación de las universidades. Asimismo, se cuestionó el lazo entablado entre "universidad" y "obrera", porque suponían a estos términos como antagónicos, el nombre "obrera" señalaba a un determinado sector social y, entre sus requisitos, dejaba al margen a aquel que no fuera obrero, hecho que iba en contra de la idea del libre acceso a todo individuo a la educación superior que promulgaban las demás universidades.


A estas críticas se intentó solventarlas incluyendo asignaturas que tratasen sobre legislaciones y temas administrativos de las industrias y del gobierno del país. Sugerencia que no tardó en ser vista como un guiño de aprobación para el gobierno de J.D. Perón. En el imaginario social, la U.O.N. no había logrado legitimarse como institución universitaria. Las circunstancias del golpe de estado del año 1955, agravaron la situación económica y social de esta institución. La falta de presupuesto destinada por el Poder Ejecutivo Nacional, del cual dependía; como así también, la no pertenencia al Ministerio de Educación de la Nación, la colocaban no en una situación de desventaja sino que peligraba su existencia.

Sin embargo, los claustros docentes y, especialmente, estudiantiles comenzaron un proceso de búsqueda de una identidad propia como universidad, alejada de las controversias políticas del momento. En el libro "Universidad Obrera Nacional- Universidad Tecnológica Nacional: La génesis de una Universidad (1948 - 1962)" dela investigadora Delia Teresita Álvarez de Tomassone, se hace mención a que fueron los mismos estudiantes los que propagaron en los medios de comunicación y la sociedad en general el término "tecnológica".

 
Ante este estado de la cuestión, el gobierno nacional de ese entonces, propuso una reestructuración de la U.O.N. y el cambio de su nominación. Los debates en el Senado para la promulgación de una nueva Ley para la U.O.N., fueron cargados de otros contenidos, con respecto a lo que había sucedido en 1948. Se propuso incorporar asignaturas de carácter teórico y otras que apuntaran a la formación humanista del ingeniero, materias como ética direccionada a la profesión se hicieron presentes. Otra novedad, que iba a dar aquel carácter universitario que se le reclamaba a esta institución fue la democratización de la participación de los claustros de docentes, estudiantes y egresados. Por otra parte, se propuso crear la Secretaría de Extensión Universitaria, con el fin de incorporar actividades culturales en el ámbito universitario.


Estos pilares para una reestructuración se complementaron con el cambio del término obrera por "tecnológica". Creo que esta modificación no solo aludía a las circunstancias políticas que atravesaba nuestro país, sino que al referirnos a nuestra formación como tecnológica se incluía con ello el campo de la investigación y teorización que no se había tenido en cuenta en la formación de la U.O.N.


Con la Ley 14.855/59, se da comienzo a una etapa de nuestra institución en la que convivirían tradiciones de la U.O.N. como el horario vespertino de las clases, la apuesta fuerte por la práctica del futuro ingeniero con una nueva titulación de ingeniero que se equiparaba a las otras universidades del país, estos fueron los comienzos de la Universidad Tecnológica Nacional. Desde esta configuración, el camino hacia la inclusión de nuestra casa de altos estudios en el Ministerio de Educación de la Nación se hizo posible.
En todo nuestro proceso de reestructuración acorde a los cánones educativos, se hizo visible el ingreso de un proceso de legitimación de nuestra universidad en el ámbito social y académico, aumentando con el paso del tiempo la cantidad de ingresantes a las carreras de ingeniería, como así también el aumento de ingenieros egresados de la UTN en las industrias del país y el desarrollo de una mayor cantidad de tareas de investigación. Con ello, docentes y estudiantes accedían y, acceden actualmente, a un amplio abanico de posibilidades cognitivas en el ámbito de la tecnología y la ciencia, con el rigor que se pide en las normativas de calidad educativa, basta con recordar que en nuestra Facultad Regional Tucumán, hemos conseguido la acreditación máxima de la Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria (CoNEAU).


La Universidad Tecnológica Nacional conserva otra característica significativa desde sus inicios como U.O.N., ella es su proyección a la región, es su carácter federal, dato que no es menor dado que se tiene en cuenta los modos en que funcionan las industrias de la región, con el fin de adaptar las asignaturas de las diversas carreras de ingeniería a esta particularidad; como así también, genera instancias de proyección de servicios a la sociedad desde sus laboratorios y eventos sociales de difusión del conocimiento y la tecnología como lo es la Semana de la Ingeniería, que realizamos desde hace 7 años.


Cabe agregar que, también, se apuesta, en el caso de la facultad Regional Tucumán(F.R.T.), a abrir espacios culturales tales como lo ha sido la apertura del Centro Cultural J.C. Recalcatti, en el año 2010, con la firme intención de visibilizar la producción artística de Tucumán.


Por último, voy hacer un breve recorrido por la historia de nuestra facultad con la intención de dejar en ustedes la importancia del aporte que como comunidad académica realizamos día a día. En numerosas reseñas históricas, nos encontramos con que el funcionamiento de nuestra institución comenzó entre los años 1953-1954, aproximadamente, con el señor Virgilio Heredia como decano, en el turno vespertino. Nuestras instalaciones funcionaban junto con la Escuela Normal J.B. Alberdi, en la calle Muñecas 219, era la Facultad Obrera Regional Tucumán. A partir del año 1965, el Gobierno de la Provincia de Tucumán nos otorgael predio de la calle Rivadavia 1.050, para la construcción de un edificio propio para nuestra facultad. El 28 de noviembre de 1968 se inauguraba el edificio de la Facultad Regional Tucumán. Como bien sabemos, en sus comienzos, la tarea por adecuar las condiciones edilicias fueron difíciles, dadas las circunstancias económicas, políticas y sociales de nuestro país, hecho al que no escaparon tampoco el resto de las universidades.


Sin embargo, los avatares de estos años propiciaron generar diversas pautas creativas, estratégicas para fortificar nuestro edificio, que con el correr de los años fue aumentando sus propuestas y actividades académicas. Para hacer frente a las apuestas educativas y tecnológicas con las que nos encontramos actualmente, se inició un proceso de renovación e inauguración de obras edilicias de gran alcance. Podemos mencionar el siguiente ejemplo, la reconstrucción del frente de nuestra facultad, tarea que responde a las necesidades de agilizar el ingreso de la comunidad universitaria y acceder óptimamente a la información de sus diferentes sectores.
En este día de festejo por todo lo realizado en estos años, a nivel nacional y regional, debemos seguir apostando al crecimiento de una institución que no solo apuesta al crecimiento académico sino que ofrece opciones que promueven la promoción cultural y la inclusión social. Termino esta editorial, con una apreciación, que sintetiza el proceso histórico de la U.T.N., del Dr. Enrique D. Silva en su artículo La UTN como modelo de Inclusión Social: " a partir del 2000, (), el CONFEDI (Consejo Federal de Decanos de las Facultades de Ingeniería de Argentina), se plantea para la carrera de ingeniería, la previsión de articular un espacio curricular, que le permita al futuro ingeniero tomar contacto directo con el área laboral. () Instancia de formación que, al promover la experiencia laboral, estaría convalidando entonces la propuesta inicial que había promocionado la UON UTN, desde su creación y por las cuales había sido fustigada."

Walter Fabián Soria
Decano
Universidad Tecnológica Nacional Facultad Regional Tucumán